La planta de tratamiento de Arzignano se desarrolló en la década de 1970 para tratar las aguas residuales municipales de unas 40 000 personas que viven en el Valle de Chiampo y los lodos industriales de unas 160 curtidurías. Las curtidurías están conectadas a la instalación por 40 kilómetros de alcantarillas especiales.
La instalación ofrece una capacidad de limpieza para una ciudad con una población de un millón y medio. Se está ampliando y modernizando continuamente para seguir mejorando la capacidad de limpieza, la calidad y el uso de los recursos. Todo esto se hace por la sostenibilidad y la conservación de la naturaleza y en perfecto cumplimiento de la normativa medioambiental.
El sistema se divide en dos líneas de tratamiento: una tubería para la limpieza separada de aguas residuales industriales y aguas residuales municipales y otra tubería que trata los lodos procedentes de la depuración del agua. Un laboratorio certificado con instrumentos de última generación garantiza un control preciso de la calidad del agua depurada, así como de toda la red de acueductos gestionada por Acque del Chiampo.